viernes, 16 de enero de 2009

¿YO TE TIRO LAS CAJAS Y TÚ ME TIRAS LOS CAJONES?

Un amigo me pregunta desde España ¿si los cubanos estamos en guerra en Miami?; si la situación que se vive en Cuba nos aproxima a un abismo; si lo que sucede es que estamos transitando por el subdesarrollo político que tanto daño ha hecho entre los hispanos... Rápidamente respondí, aunque me quedé pensando en las frases que a veces se repiten en los medios, es decir, "yo te tiro las cajas, tú me tiras los cajones”, tú eres... y le sigue una cadena de descalificaciones... Otros frases se resumen en aquello de "quien me busca me encuentra" y así pasan los días. Está claro que si continuamos por ese camino de descalificaciones, si convertimos la política en vernácula, esa que está ausente de argumentos y que se basa en una cultura que nace de la pobreza de argumentaciones para sustentar una opinión con claridad, ¡APAGA Y VÁMONOS! 

Con ese amigo, también preocupado por los excesos en España, comentábamos que al subdesarrollo político no le hace falta niveles, oscila desde el más humilde hasta el más encumbrado político, el proceso electoral en Estados Unidos nos dio una muestra de ello. Es tremendo ver que cuándo una persona quiere imponer la razón de su planteamiento apela a todos los claificativos posibles que en ese momento le vienen a la mente sin confirmar si son ciertos o no, todo vale. Cuando algún planteamiento tiene base real, comienza la descalificación del contrario, luego se distrae la atención del tema para no profundizar en el asunto importante y si es necesario se apela a la infamia, la difamación y la injuria. Y de esto nadie se salva. 

El arco iris es amplio y tiene muchos colores. Pero sólo se ven unos pocos matices, en ocasiones huérfanos de argumentos y cargados de resentimientos, que no tienen respeto por si mismo, ni por la opinión publica, ni por la política que representan. Desde que abrimos los ojos escuchamos opiniones destempladas, en las aulas, las aceras, la radio y la televisión, los medios de comunicación, en ciertas publicaciones por internet, en fin que andamos y desandamos en medio de la chabacanería y una ausencia de argumentos e información. 

Necesitamos construir un espacio para el debate con ideas y sin descalificaciones. Es indispensable lanzar la primera piedra, debemos de iniciar un movimiento de opinión hacia la racionalidad, deberíamos desmontar el doble estándar e imponer iniciativas de absoluto respeto a las ideas ajenas, incluyendo aquellas que nos son contrarias.

Dicen que el estilo hace al ser humano, ¿porqué no utilizar un estilo decente en mi comunicación con los demás, al momento de exponer o refutar un criterio? ¿Por qué llenar de epítetos al contrario, si lo que se pide es que se expongan ideas alternativas del asunto a tratar? Sí existen mil y una maneras de decir las cosas ¿por qué no decirla de la mejor manera? Gracias al periodismo he podido observar que para esa mejor manera es necesario tener talento, como dicen los mejores polemistas, y apuntan que para ser irónico hay que ser talentoso, una persona sin ningún talento no puede usar una ironía, porque su escasa formación no lo provee de más recursos que el insulto a mansalva. Creo que se hace necesario una imagen tan disímil como vemos en este medio, si deseamos una sociedad democrática, debemos de iniciarla colocando ladrillos que tengan en cuenta el uso del lenguaje y de la exposición de nuestras ideas.

Un amigo de otro amigo, es reconocido como un hombre decente. Y lo dicen por el uso que hace de la palabra oral y escrita. Hasta para expresar sus desacuerdos utiliza un elevado sentido de la decencia y la tolerancia. 

Todo se mueve con mucha rapidez, Miami no es un isla en Estados Unidos, podemos mejorar los debates, el intercambio de opiniones y contribuir a crear una cultura del debate que tanta falta nos hace, sobre todo en estos tiempos medio tiempo y urgencias. Desde Cuba nos gritan que nos dejemos de tantas descalificaciones y trabajemos por ayudar, con lo que cada uno pueda, a nuestra gente en la Isla.


Un abrazo,

Lissette Bustamante