sábado, 28 de junio de 2008

CINE PARA EL DEBATE

Leones por corderos/Lions for Lambs


Una película muy interesante con un contenido político y social. La trama se desarolla en tres historias. Por un lado, Janine, una reconocida y veterana periodista de televisión, que es convocada para realizar una entrevista exclusiva a Jasper, senador republicano con aspiraciones presidenciales. Durante una hora se desarrolla una conversación a solas en la cual Jasper le explica la nueva estrategia que desarrolla contra el terrorismo en Afganistán e Irak. A su vez, Arian, un soldado negro, y Ernest, un soldado mexicano, amigos desde su época universitaria, participan en esa nueva estrategia. Ambos quedan atrapados y cercados en las líneas enemigas talibanes. Estos dos chicos eran los mejores alumnos de Stephen, un profesor de una universidad de Los Ángeles, que conversa con un brillante, pero frívolo estudiante universitario. El profesor intenta que se tome en serio su formación con el objetivo de contribuir en algo a la construcción de la sociedad.

El guión de Matthew Michael Carnahan es sólido, y en ningún momento oculta su evidente intención didáctica, algo que está subrayado incluso en el hecho de que Robert Redford se reserve el papel del profesor. Se evita la demagogia fácil y se muestra una radiografía de la sociedad estadounidense que ofrece todos los elementos para el debate. Los temas son la actitud de los políticos, que aunque sean sinceros patriotas, a veces piensan en términos globales sin considerar los costes humanos personales, o se mueven por la ambición. Se muestra una mirada a los medios de comunicación, que preocupados por su audiencia, han abandonado su papel de control del gobierno, siendo un elemento más en la correa de transmisión de sus mensajes. Y los profesores, quienes tienen un maravilloso papel por desarrollar. Plantea que el alumnado tiene que tomar conciencia de su talento, aunque corre el peligro de convertirse en teórico. Se confronta la ilusión de las mejores cabezas de las minorías negra e hispana; su deseo a ser reconocidos por sus conciudadanos. Estas actitudes contrastan con la de otros jóvenes sin ideales, que sólo piensan en fiestas y desgastan sus vidas.

En un título como el que nos ocupa es vital la suave transición de un escenario a otro, y Redford logra engarzarlos con gran naturalidad. No sólo eso, sino que el conjunto tiene una gran cohesión. El reparto es excelente: resulta curioso como Meryl Streep puede saltar de la directora de una revista femenina en "El diablo se viste de Prada" a la periodista liberal e incisiva de este film, dos personajes con la misma profesión pero muy dispares; Tom Cruise sabe dar encanto a su personaje, muy humano y nada demonizado. Están muy bien los soldados, Michael Peña, su papel podría recordar al de World Trade Center, pero que tiene su entidad propia, aquí es un estudiante, allí era un padre de familia, aunque en ambos casos los personajes esperan el ansiado rescate; y es muy interesante la composición de Andrew Garfield, el brillante pero desmotivado estudiante, todo un signo de interrogación acerca de lo que puede ser el futuro de Estados Unidos, y por ende, de la sociedad occidental.

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