viernes, 4 de julio de 2008

Ingrid Betancourt, una frase para el debate y los recuerdos


La actualidad me lleva a buscar en los recuerdos. Y en medio de las remembranzas de mis encuentros con Ingrid Betancourt en Bogotá a finales de enero, primeros días de febrero de 2002, recordé esta frase, muy propicia para el debate.

“Yo aspiro a que un algún día tengamos esa sed de grandeza que  hace surgir a los pueblos de la nada hacia el sol. Cuando seamos incondicionales ante la defensa de la vida y de la libertad de los nuestros, es decir, cuando seamos menos individualistas y más solidarios, menos indiferentes y más comprometidos, menos intolerantes y más compasivos. Entonces ese día seremos la nación grande que todos quisiéramos que fuéramos. Esa grandeza está ahí dormidita en los corazones”. 


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