sábado, 1 de noviembre de 2008

Obama divide a la sociedad cubana

FERNANDO RAVSBERG - LA HABANA - 31/10/2008 23:42

Las elecciones en Estados Unidos pueden llegar a ser muy importantes para Cuba. Uno de los candidatos, el demócrata Barack Obama, ha manifestado su voluntad de sentarse a conversar con el presidente, Raúl Castro, sin establecer condiciones previas. Además, Obama ha declarado que si llegase a la Casa Blanca permitiría a los cubanoamericanos viajar a la isla y enviar dinero a sus familiares, ambos aspectos restringidas por el Gobierno de George Bush.

En La Habana la respuesta fue rápida. El propio Fidel Castro salió al ruedo con una de sus "reflexiones" en la que compara a Obama con Martin Luther King y con Malcom X. El comandante dice que el candidato afroamericano "tiene el hábito de mirar al adversario con serenidad y reírse de los aprietos dialécticos de un oponente que mira hacia el vacío". De su adversario republicano, Fidel Castro subraya que "lo que más abunda en McCain son los años, y su salud no es en absoluto segura".

Raúl Castro tampoco se queda atrás. Afirma que está dispuesto a sentarse a negociar con la próxima Administración. Hizo incluso una propuesta concreta a través del Vaticano: canjear los presos políticos por cinco agentes cubanos prisioneros en EEUU desde hace 10 años.

El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, acaba de reconocer que "el señor Obama ha sido más respetuoso en sus declaraciones hacia Cuba" que su oponente, McCain.

Primero en visitar Cuba

Los disidentes mantienen puntos de vista diferentes acordes a la tendencia política de cada grupo. Marta Beatriz Roque, de la Asamblea para la Sociedad Civil, dijo a Público que "Cuba siempre necesita tener un enemigo y sea cual sea el presidente de EEUU, éste seguirá siendo el enemigo de Cuba". La opositora afirma que "también Carter se quiso sentar a conversar y el Gobierno cubano no lo admitió".

Por el contrario, el disidente socialdemócrata Eloy Gutierrez Menoyo, presidente de Cambio Cubano, cree que "Obama podría ser el primer mandatario norteamericano que visite Cuba en medio siglo". Gutiérrez agregó que si "cesa la agresión de EEUU, eso podría promover la apertura en la isla; esa política proactiva es la que puede abrir las puertas a una democratización."

En la población las expectativas también están divididas. El comisario del Museo de Bellas Artes, Abelardo Mena, cree que la victoria del candidato demócrata sería "una ventana abierta para la normalización de las relaciones entre los dos países. Permitiría por primera vez en 50 años un nuevo pensamiento norteamericano sobre Cuba y abriría de forma inmediata las facilidades para que los cubanoamericanos puedan viajar desde Estados Unidos a la isla y puedan enviar dinero para ayudar a sus familiares dentro de Cuba".

Ricardo Mir, un señor que reparte los alimentos racionados a la población, afirmó muy seguro que "Obama no va a ganar porque el pueblo norteamericano no está preparado para tener un presidente negro". Agregó además que "no nos conviene a los cubanos que gane porque los demócratas siempre han sido lo peor para nosotros, ellos fueron los que crearon el bloqueo y la Ley Helms-Burton". Por último sostiene que "McCain es malo, pero con él sabemos a qué atenernos".

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