jueves, 30 de octubre de 2008

Bruselas: Ahora toca ayudar al ciudadano

Tras la tormenta no viene la calma: a las turbulencias financieras sigue la crisis de la economía real; es decir, su repercusión en la calle, con la subida del paro y la caída del consumo. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, recordó ayer que combatir esta situación es "responsabilidad principal de los Estados miembros" porque la Unión Europea (UE) no tiene "los instrumentos".

Barroso instó a los países europeos a que hagan lo posible por minimizar el impacto de la crisis en los ciudadanos, luchando contra el desempleo y la pérdida de poder adquisitivo, y sobre todo, a que actúen de manera coordinada, como se hizo ante las turbulencias financieras

Bruselas tratará de ponérselo fácil a los Veintisiete adelantando fondos y tomando la batuta para coordinar los esfuerzos. El presidente de la Comisión anunció que se acelerará la transferencia a los países miembros de los 350.000 millones de euros del período 2007-2013 provenientes de los fondos de cohesión, y permitirá la "reprogramación" del presupuesto comunitario para fomentar el empleo. España tiene asignados en ese período 35.000 millones en fondos estructurales, de los que 3.543 se dedican a la cohesión. Se calcula que hasta ahora la UE ha gastado cerca de un tercio del dinero previsto a las regiones más pobres y para políticas de empleo y competitividad.

La Comisión propone también incrementar el colchón de ayuda a los países en dificultades, de los 12.000 millones actuales a 25.000, en vista de que sólo ayer se consumió la mitad de la dotación prevista hasta ahora con una ayuda a Hungría de 6.500 millones. Aunque el Ejecutivo comunitario asegura que no ha habido más peticiones, no descarta ayudar a otros países, sobre todo del Este, con dificultades financieras.

Para Bruselas, las instituciones europeas funcionan, pero hay que utilizarlas mejor. Así, Barroso propone inyectar más dinero en el Banco Europeo de Inversión (BEI), que en el último mes duplicó su presupuesto (30.000 millones hasta 2011) para préstamos a pequeñas y medianas empresas. Se reconoce así la importancia de las pymes, verdadero motor en la creación de empleo.

Se acelerará la transferencia a los países miembros de los 350.000 millones de euros del período 2007-2013

Otra institución, el Fondo de Ajuste a la Globalización, podría recibir más dinero. Anualmente, este organismo gasta 500 millones de euros en movilidad, formación y reciclaje de trabajadores que se ven afectados por las deslocalizaciones de empresas o por las consecuencias de la competencia global.

Además, la Comisión Europea presentará a finales de noviembre un plan que incluirá "más inversión en educación,competitividad, investigación y desarrollo" y el impulso de las energías limpias y la adaptación al cambio climático.

¿De dónde saldrá el dinero necesario para fomentar el empleo y el consumo? La respuesta, para Barroso, está en los Estados miembros. "Nosotros no tenemos más dinero", se lamentó, reconociendo que a pesar de las décadas de construcción europea, el impulso económico ha de venir de los socios y no de la alianza. En todo caso, el presidente de la Comisión alertó del riesgo de aumentar considerablemente la deuda, de modo que "sean las generaciones futuras" las que paguen los platos rotos de la actual crisis.

"Seremos flexibles"

Joaquín Almunia, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, garantizó que las normas comunitarias de control del déficit presupuestario de los países de la UE serán flexibles, para aquellos países que superen el 3% de PIB que marca como límite el Pacto de Estabilidad.

Consciente de que la zona euro está a las puertas de la recesión técnica (que el propio Almunia podría anunciar la semana que viene en la presentación de la previsiones económicas de la Comisión para 2009 y 2010), el comisario recalcó su disposición a "ser flexible en tiempos difíciles", sobre todo tras el saneamiento presupuestario llevado a cabo en la mayoría de países en la anterior fase de bonanza. Así, Almunia explicó que, si se supera el 3% del PIB, antes de abrir un procedimiento sancionador, la Comisión estudiará si se ha producido por "circunstancias excepcionales" y si la desviación es "pequeña y temporal".

No obstante, el Ejecutivo comunitario recuerda que no sólo la crisis financiera está perjudicando a las cuentas públicas, sino también el "reajuste de sectores sobredimensionados, como el inmobiliario". La suma de todos los factores hará retroceder el presupuesto de la UE para el año que viene en torno a un 1% del PIB comunitario.

El mandato de la Comisión Europea termina a finales del año que viene. Barroso y Almunia se despedirán con el sabor amargo de la peor crisis económica en décadas. No obstante, ambos subrayaron que la solidez del euro y el papel del Banco Central Europeo, que en los próximos días bajará los tipos de interés, permiten a la UE afrontar el futuro con esperanza. "Vemos ahora cómo el euro ha sido un gran éxito y lo seguirá siendo", subrayó Almunia. A su lado, el presidente de la Comisión se esforzó en repetir que "la crisis es también una oportunidad" para sentar las bases de un nuevo sistema financiero.

Barroso subrayó que recuperar la confianza es "parte de la solución a la crisis y hace hoy todavía más falta".

André Sapir, profesor de la Universidad libre de Bruselas

"Se acabaron los beneficios sin límite"

  1. ¿Cree que la bajada de tipos de interés será positiva? Es inevitable y será un alivio. El riesgo de que suba la inflación es menor gracias a la bajada en el precio de materias primas, especialmente el crudo.

  2. En noviembre se reune el G-20 para “refundar el capitalismo”. ¿Es eso posible? No creo que en la cumbre se refunde nada. En todo caso, se pondrán las bases para mejorar la supervisión de los bancos y los fondos de inversión, que hasta ahora estaban exentos. También sería necesario reformar ciertas instituciones, como el FMI, que fueron creadas en otros tiempos y para otras circunstancias

  3. España podría quedarse sin silla en Washington, aunque no ha tenido que rescatar a ningún banco. Estar o no estar no se puede convertir en una cuestión de honor cuando discutimos una revisión de la supervisión financiera. En cuanto a la otra crisis, el Gobierno tendrá que reconducir el sector de la construcción, que hasta ahora relanzaba la economía, para que no aumente dramáticamente el paro y el crecimiento. En lo financiero, el recuerdo de las crisis de las últimas décadas hizo a España más previsora que otros países.

  4. Se están tomando muchas medidas, pero las bolsas siguen bajo mínimos. ¿Cuándo terminará la inestabilidad?Nadie lo sabe y nunca podremos asegurar que esta crisis nos proteja de las futuras. Si de historia hablamos, es curioso comparar cómo los años 20 en Estados Unidos se parecen mucho a los últimos años en el mundo. Años de un crecimiento extraordinario, de pensar que todo era posible y los beneficios aumentarían sin límite, algo que ya no es posible. Forma parte del instinto humano, pero esta crisis nos ha vuelto a demostrar que todo lo que sube, sobre todo si no es en base a unas reglas razonables, acaba bajando.

    DANIEL BASTEIRO - BRUSELAS 

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