domingo, 26 de octubre de 2008

Bush quiere que los países de la cumbre se comprometan con los principios del libre mercado

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha indicado que la próxima cumbre del G20, que comenzará en Washington el 15 de noviembre, tendrá como objetivo principal establecer "una serie común de principios", pero teniendo en cuenta la necesidad de "comprometerse" con "los fundamentos del crecimiento económico a largo plazo".

"Aunque las soluciones específicas llevadas a cabo por cada país puedan no ser las mismas, acordar sobre una serie de principios comunes será un paso esencial para evitar crisis similares en el futuro", agregó.

En su discurso radiofónico semanal, Bush emplazó a los estadounidenses a mostrar "optimismo" ante la recuperación de los mercados. Como viene siendo habitual, no obstante, el presidente solicitó "tiempo" para que la aplicación de las medidas de intervención adoptadas por el Gobierno federal cobren efecto.

El mandatario buscó dar seguridad a los estadounidenses en que las acciones del Gobierno para paliar la crisis del crédito estaban comenzando a dar resultados, pero señaló que su impacto completo en la economía llevaría tiempo.

"Esta crisis es mundial en su alcance, y abordarla requerirá mayor cooperación internacional", aseveró Bush en la radio.

Por eso, de cara a la reunión de alto nivel que tendrá lugar a mediados del mes próximo, Bush contó entre sus participantes no sólo a "los líderes de las naciones G20" sino también al director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick y el director del Foro para la Estabilidad Financiera, Mario Draghi, así como el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon.

"Durante esta cumbre, discutiremos las causas de los problemas en nuestros sistemas financieros, apreciaremos el progreso que se está logrando para afrontar la crisis actual y comenzaremos a elaborar principios de reforma para cuerpos e instituciones reglamentarias relacionadas a nuestros sectores financieros", explicó el presidente.

Liberalismo económico a pesar de todo 

Bush advirtió en contra de tomar una postura proteccionista en respuesta a la actual turbulencia financiera, señalando que el libre mercado y el comercio abierto eran fundamentales para un crecimiento económico a largo plazo.

En este sentido el discurso radiofónico se ha centrado en resaltar la necesidad de establecer unos principios comunes que se basen en que las naciones vuelvan "acomprometerse a los fundamentos del crecimiento económico a largo plazo - mercados libres, libre empresa y libre comercio".

El presidente estadounidense continuó elogiando las virtudes del aperturismo de los mercados, que "han aumentado los estándares de vida y han ayudado a millones de personas en todo el mundo a escapar las garras de la pobreza" y que "se han mostrado constantemente como el camino más seguro para crear empleos, aumentar el comercio y fomentar el progreso".

"Y este momento de incertidumbre económica sería precisamente el equivocado para rechazar estos métodos ya probados en la creación de prosperidad y esperanza", concluyó.

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